Al final a caído.
Todos miran, pero nadie hace nada.
A todos molesta, pero nadie protesta.
Pasividad increíble ante la desaparición de, por no quedarme corto, el mayor patrimonio que teníamos en Casetas.
Y es que, al final algún magnate se salió con la suya, y lo que durante muchos años dio de comer a muchas familias, hoy se a convertido en escombros.
La Harinera del Ebro, fábrica que todos los vecinos del barrio recordarán, y que desgraciadamente, futuras generaciones tendrán que conocer mediante fotos, si es que alguien las conserva.
Me hierve la sangre ante una nueva demostración de pasividad absoluta ante algo tan alarmante como que te quiten lo más preciado del lugar donde vives.
Y mira que sobran cosas en este barrio....
Tenemos un cuartel de la Guardia Civil, bastante cutre además... con un puñado de vehículos en un estado de abandono alarmante, construido sobre una sima y que poco a poco se está hundiendo, que se encuentra en el centro de Casetas y que, entre otras cosas, no da ningún tipo de seguridad al ciudadano de a pie, puesto que ha quedado demostrada la incompetencia absoluta de los agentes, ante los graves problemas que se vienen sucediendo en las calles del barrio, en una infinidad de ocasiones.
Tenemos una base militar, que ocupará mas o menos el 50% del suelo que pertenece al barrio, y que divide a este en dos partes claramente diferenciadas. Una base, cuyo único cometido es revisar vehículos (o eso dicen, porque poca gente a tenido el privilegio de entrar a visitar las instalaciones). Una base militar que impide el crecimiento de Casetas. Un terreno que aisla a parte del barrio donde no hay comercios donde adquirir artículos de primera necesidad. Hablo de que una persona que vive detrás de la base debe caminar unos 15 minutos para llegar a la primera panadería, por ejemplo... Una base que está rodeada de cámaras de seguridad, algo que a mi personalmente me inquieta mucho. La ventana de mi habitación está vigilada por una cámara las 24 horas del día, todos los días del año... Caminar cada día junto a los muros tan altos de esta base camino de mi casa, me recuerda a largos paseos junto al muro de Berlin. No se que hay al otro lado, pero si se que esta vigilado y que no puedo pasar. En resumidas cuentas, una base militar que SOBRA.
Tenemos un paseo, que ha sido una lavada de cara para la alcaldía local, que a derrochado el dinero de sus arcas en una obra realizada con unos materiales penosos y que, aun hoy, 5 meses después de su inauguración (con presencia del alcalde Belloch incluida), sigue sin terminar, y las obras siguen entorpeciendo el tráfico urbano. Para eso si que sale la gente a la calle, para que les hagan un paseo del que he oído hablar mas mal que bien.
Pero cuando derriban el poco patrimonio que tenemos aquí, nadie habla....
¿Donde están los valientes que salieron a la calle a quejarse de la delincuencia callejera?
¿Donde están esa panda de insulsos que denunciaron a toda la juventud de Casetas de ser unos delincuentes?
¿No tienen el valor para plantarse delante de la alcaldía y intentar detener esto?
¿Prefieren mas bloques de pisos antes que un pequeño recuerdo de lo que en su día fue el motor del barrio?
Estas y muchas otras preguntas son las que surgen ahora en mi cabeza, y desgraciadamente, ya es tarde.
Le doy la enhorabuena a una población (la de Casetas) que no ha sabido reaccionar a tiempo, y entre los que me da vergüenza tener que incluirme, porque yo, como todos los demás, también he llegado tarde.
Y no me vale el que halla estado una pancarta colgada de la pared de la fabrica pidiendo que no fuera derribada, porque para salir en la foto señores mios, todo el mundo vale, hasta el menos capaz.
